Aunque la mayoría de esos visitantes permanece en la ciudad por pocos días, París se destaca desde hace muchos años por otro tipo de turismo que busca algo más que la experiencia de conocer la ciudad: los viajes lingüísticos. Hay muchos motivos para aprender francés, y poder hacerlo en la capital de Francia es una oportunidad única que muchos desean aprovechar.
Inmersión lingüística
Las personas que deciden hacerse un curso de francés en París buscan más que aprender el idioma. La inmersión lingüística, o sea, la exposición intensiva a una segunda lengua, viviendo de forma temporal en un país en que el idioma es oficial o nativo, les permite sentir en primera persona y con los 5 sentidos todos los aspectos de la cultura local y disfrutar de la ciudad como un habitante más. Se trata no solo de aprender un idioma, sino de vivirlo en su máxima expresión.
Las principales ventajas de este método de aprendizaje son:
Mejora rápida del idioma: al estar constantemente rodeado del nuevo idioma, los estudiantes adquieren vocabulario y estructuras gramaticales de manera más rápida y efectiva.
Fluidez y pronunciación: la exposición continua y la práctica constante ayudan a mejorar la fluidez y la pronunciación, haciendo que el hablante suene más natural.
comprensión cultural: la inmersión no solo se trata del idioma, sino también de la cultura. Los estudiantes aprenden sobre las costumbres, tradiciones y el contexto social, lo cual enriquece su entendimiento y uso del idioma.
Confianza en la comunicación: la necesidad de comunicarse en situaciones cotidianas fortalece la confianza del estudiante para hablar y entender el idioma en un entorno real.
Pensamiento en el idioma: con el tiempo, los estudiantes comienzan a pensar en el nuevo idioma, lo que facilita una mayor comprensión y uso espontáneo del mismo.
Mayor retención: la práctica constante y el uso activo del idioma en diferentes contextos favorecen la retención a largo plazo del conocimiento adquirido.
Adaptación rápida: la inmersión obliga al estudiante a adaptarse rápidamente a situaciones nuevas, mejorando su capacidad de resolución de problemas y adaptabilidad.
Eligiendo la mejor escuela
Hay decenas de academias de francés en París, la mayoría con un excelente nivel de enseñanza. A la hora de elegir la que más que se adapte a tus gustos y necesidades, sigue estos sencillos consejos que nos ha dado Lutece Langue, una escuela en el corazón de la ciudad, con casi 30 años de experiencia:
Profesores cualificados: es importante que todos los profesores sean nativos y que tengan acreditaciones oficiales para enseñar el francés como lengua extranjera (FLE).
Método de enseñanza: más que divertido, tiene que ser efectivo. Ningún método se ajusta más a estos requisitos que el “método comunicativo”.
Tamaño de la clase: estudiar en grupos pequeños te permitirá tener un contacto más cercano con tus profesores y colegas, además de una atención personalizada.
Instalaciones: para que puedas disfrutar de tu estancia en París mientras aprendes, busca una escuela en el centro de la ciudad, cómoda y con buenas comunicaciones por transporte.
Opiniones de otros estudiantes: además de las reseñas de Google o redes sociales, muchas escuelas incluyen en sus sitios web las valoraciones de sus alumnos que serán muy útiles a la hora de ayudarte a decidir.
Conclusión
Si estás pensando en aprender francés y al mismo tiempo quieres disfrutar de una estancia agradable como turista en una ciudad impresionante, un curso de francés en París te posibilitará no solo un aprendizaje más rápido y efectivo, sino una experiencia para toda la vida.